No se trata de la habitual auto-limpieza que hacemos todos sino de la profesional que siempre recomendamos hacer una o dos veces al año. Con esta acción tan simple podemos prevenir innumerables enfermedades buco-dentales pero sobre todo prevenir importantes gastos en el dentista.
Les muestro a continuación los diferentes pasos del más básico de los tratamientos dentales:
- Eliminación del sarro dental por medio de ultrasonidos (técnica instrumental aplicada sobre los dientes y que genera vibraciones que facilitan la limpieza bucal).
En el argot popular existe la creencia de que haciéndonos una limpieza dental profesional de vez en cuando es más que suficiente, lo que es completamente falso. Lo ideal sería hacer dicho procedimiento cada 6 meses. Pero no nos confundamos, la limpieza dental profesional tiene carácter básicamente preventivo y puede beneficiarnos de muchas maneras, pero nunca será suficiente para combatir y erradicar las caries dentales y otras afecciones bucales previamente establecidas y sumidas a un largo proceso de evolución.
Existe una creencia generalizada entre los pacientes de que la limpieza produce daño al esmalte dental o a las encías, e incluso como profesionales ciertas personas nos han manifestado que se le mueven los dientes después que se le ha eliminado el sarro. Todo esto es falso, una buena profilaxis dental realizada por personal especializado produce mucho más beneficios que perjuicios.
Eso sí debemos transmitirle a nuestro dentista todas nuestras inquietudes y respectivos estados de ánimo con respecto a este o cualquier otro tratamiento dental y no dudar en pedir ser anestesiado si dichos tratamientos producen alguna molestia.